lunes, 26 de mayo de 2014

Caso 5.- LINDA

Nombre : Linda
Raza : Cocker Spaniel
Sexo : Hembra
Peso : 12 kg Aprox

Sintomatología :  Agresión a sus propietarios y otras personas en momentos puntuales por poseer falsa percepción de liderazgo en casa, ladridos obsesivos cuando llaman a la puerta de la vivienda, dominancia de espacios y de mobiliario doméstico, carencia de vínculo con sus propietarios, falta de motivación, desorden en hábitos alimenticios y arrastra de la correa a todo aquel que la lleve de paseo.

En la primera ocasión que tuve contacto directo con Linda, realmente me llevé una gran impresión, debido a que entraba en unos estados de agresividad desmesurada sin que se le hubieran dado motivo alguno para ocasionar tales reacciones. Podía estar perfectamente sentada en el comedor tranquilamente, pasar una persona cualquiera de la casa y directamente gruñir, posteriormente ladrar, y automáticamente después, si le prestabas atención, atacar.
Estas reacciones las provocaba su manera especial de creer que todos los espacios en los que ella se hallara en reposo eran de su total propiedad, y el hecho de invadirlos o aproximase a ellos eran motivo para desatar su " furia ".
A parte de estas actitudes que estaban empezando a acabar con la paciencia de los miembros de su familia, Linda era una perra que tenía constantemente la comida en el plato y se racionaba a su voluntad, no dependía, o creía que no dependía de nadie para alimentarse; y a veces, esta manera de pensar le creaba además el verse en derecho a reclamar otro tipo de comida sin prestar atención a la que tenía siempre en su comedero.
En los paseos, dado a su fuerte caracter, siempre llevaba arrastrando a quien la sujetara, además de ladrar de manera obsesiva a gatos callejeros, algunos perros, barrenderos, etc.
Realmente, estába ante un caso complicado de dominancia y agresividad aguda, pero lo realmente curioso era lo precoz que había sido esta reacción en un perro tan joven.

En primer lugar, empezamos cambiando de posición la cama o sitio de reposo para desviar su radio de acción y no se centralizase en un punto en concreto.
Comenzamos a enseñar a alimentarse con total dependencia de los miembros de la familia, así también como a que se tuviera que ganar cada mimo y cada caricia o muestra de afecto.

Posteriormente se trabajan ejercicios de corrección de conductas no deseadas  tanto en el domicilio como en la calle, reforzándolas a base de comida y caricias. Se trabajan sobre todo aquellas situaciones en las que ella se creía poseedora de espacios y situaciones de agresión.

Durante las primeras semanas, Linda avanza muy poco a poco dado que, tiene una actitud muy fijada o monotonizada y le cuesta cambiar su mecánica diaria, pero ya se empiezan a ver pequeños cambios.

El siguiente proceso que considero que es beneficioso para ella era la sociabilidad con perros fuera de su ámbito cotidiano; así que, durante varias sesiones la llevamos a relacionarse en lugares extraños y neutros para evitar que se sienta dominante ante perros no conocidos.

Pasan pocas semanas y Linda desarrolla ya unos cambios muy importantes, el vínculo con sus propietarios se refuerza considerablemente, se mitigan en gran parte los ladridos obsesivos, se comporta mucho mejor en los paseos y cesa el ladrar a diferentes cosas o animales durante los paseos, ejercita con buenos resultados varios ejercicios de obediencia básica ( sentado, tumbado, llamada a la orden ), y la agresividad cesa también en gran parte.

Después de varias semanas de trabajo y constancia, se mejoran mucho más todas las conductas, ha desaparecido al 100 ×100 la agresión, se ha mitigado en un 90 % los gruñidos que eran la antesala de la agresividad y comienza a comportarse como un perro normal y no obsesivo.

Es importante decir que, este es un caso que requiere un control esporádico para asegurarnos que no haya ningún tipo de recaída dado que, es importante mantener estas pautas hasta que llegue a su madurez física y psicológica.

Desde estas líneas quiero agradecer a toda la gran família de Linda por confiar desde el primer dia en mi trabajo; por su paciencia, dedicación y trabajo volcado con su perrita, y por el cariño y hospitalidad que me encontrado siempre con tod@s ell@s.
A partir de ahora, disfrutan de Linda como siempre han deseado y por su mala conducta nunca pudieron y ahora si están felices con ella.

Disfrutad de vuestra pequeñina, os lo merecéis !!!!

Para terminar os dejo con unas fotografías y vídeos de Linda durante el proceso de modificación de conducta y adiestramiento; hasta el próximo post !.